Por Chava Carrejo

El fenómeno migratorio que hemos enfrentado en los últimos meses, sin duda nos plantea uno de los principales retos hacia adelante para Chihuahua.

Reconociendo la complejidad de la problemática, principalmente por las múltiples aristas desde donde puede ser observado tal fenómeno, implicará la concurrencia de diferentes instancias tanto gubernamentales, como de la sociedad civil para encontrar caminos de solución, o bien, al menos, algunas acciones que mitiguen sus efectos negativos.

Las afectaciones económicas que en particular el Estado de Chihuahua sufrió en los últimos meses, fueron enormes, sobre pasando los 2 mil millones de dólares producto de la reacción del Gobierno de Texas ante el incremento del flujo migratorio que está pasando por nuestro Estado.

Evidentemente esto tiene implicaciones diplomáticas entre los Gobiernos Federales tanto de Estados Unidos como de México, y a su respectiva escala, entre los estados de Texas y Chihuahua.

Por supuesto y como en muchos aspectos de nuestra vida en comunidad, los aspectos políticos no están ajenos en esta coyuntura. Por un lado, Demócratas y Republicanos usan a la migración como instrumento de su lucha por el poder ante un entorno altamente polarizado, situación muy semejante a nuestro País, en donde nos enfilamos en unos meses a una de las elecciones más polarizadas en la historia moderna de México, y dónde claramente hay indicios del uso de los migrantes como “piezas de ajedrez” para favorecer o dañar a Gobiernos según su signo partidista.

En el mismo tenor, ha generado tenciones entre las fuerzas políticas al interior de nuestra entidad, especialmente entre el Gobierno del Estado y el Gobierno Municipal de Juárez, así como en las respectivas bancadas al interior del Congreso local, ya sea cuestionando o defendiendo al Gobierno Federal, que, dicho sea de paso, es el único con las facultades para atender el problema.

Al margen de estas aristas, la más triste y lamentable es la tragedia humana a la que se enfrentan miles de migrantes que transitan por nuestro territorio. Expuestos al crimen organizado, siendo víctimas de secuestros, extorciones, corrupción de las propias autoridades, o peor aún, tráfico de menores y otros delitos más delicados.

Como sector empresarial, hemos tenido distintos acercamientos con autoridades tanto estatales como federales, por un lado, para externar nuestras preocupaciones, pero por otro, también con espíritu colaborativo para ser parte de las soluciones.

Bajo una iniciativa muy acertada del Consejo Coordinador Empresarial de Chihuahua, estas reuniones han sido con funcionarios del primer nivel, desde la misma gobernadora y secretarios de las dependencias estatales relacionadas, así como con el mismo Dr. Francisco Garduño, Comisionado del Instituto Nacional de Migración.

Lo anterior, aunque reconociendo la complejidad del problema, nos permite ser optimistas en el sentido de que podremos establecer en corto plazo, mecanismos de coordinación entre las distintas instancias gubernamentales y de la Sociedad Civil, para empezar a construir soluciones viables que mitiguen los problemas originados por esta nueva realidad que vivimos en Chihuahua.